Hace unos dias estrenamos las piraguas, este sabado nos hemos estrenado nosotros con la travesía del Portus – Azohia – Isla Plana.

Salimos a eso de las 11 o las 12 h. de la mañana del Portús y llegamos a las 4 y media a la Azohía, lo que en castellano está muy bien, mucho mejor siendo la primera vez.
La travesía se podría resumir en dos etapas: La primera y la segunda, claro.

Costa de la Muela - Cabo TiñosoCosta de la Muela – Cabo Tiñoso

En la primera costeamos tranquilos la Sierra de La Muela, que creía conocer de cabo a rabo hasta anteayer. Nos bañamos en boletes. En Boletes hice practicas de volcar la piragua, y allí aprendí que en boletes Boletes es muy dificil subirse a la piragua. Nos acercamos a ver los criaderos de atunes que hay instalados frente a las costa de La Muela. Unos cercados impresionantemente grandes, de cerca, donde engordan atunes para exportar a Japon. No vimos ninguno, lo cual es casi peor, porque entonces trabaja la imaginacion y eso, casi siempre es peor. Imaginarte que ahí, debajo de tus pies, ahi una jauría hambrienta de bichos de 200 kilos y dos metros de largo, os juro que no incita al baño.

Descubrimos, lo que yo atribuí a una migracion oversea de polillas. Esta el mar lleno de polillas, mariposas nocturnas, vivas y muertas que por lo visto se dedican estos dias a descubrir nuevos horizontes atravesando el mar. Lo sorprendente, no era solo la ingente cantidad noctuidos sino la capacidad (desconocida) que tienen de descansar sobre el mar. Al paso de las piraguas iban levantando el vuelo, y a ratos resultaba ciertamente extraño eso de ir espantando mariposas con la piragua. Un espectaculo sin duda.

Despues de aproximadamente 2 horas de tontear por la costa, nos lanzamos a doblar el Cabo Tiñoso hacia la Azohía, y allí aprendí por que no quiero ser esquimal.
Una vez salimos de la ensenada protegida por el Cabo, el mar empezó a mostrarse en todo su esplendor. Sospechandolo, nos habiamos puesto los chalecos y los cubrebañeras y menos mal, porque resultaba jodidamente dificil dirijir la piragua en medio de esas olas, corrientes y vientos empeñados en llevarte a cualquier lugar, fuese este el que tu querias o no. A ratos, me desesperaba, paleaba, me detenía a maldecir. En momentos como esos, entiendes perfectamente porque las culturas antiguas y no tan antiguas, personifican los elementos de la naturaleza… Eolo, Poseidon, Neptuno: “Me voy a cagar en vuestros muertos!!!

Bueno, tardamos mas de lo previsto, mas que nada porque no habiamos previsto nada, y llegamos (por fin) a la Azohía donde nos comimos un bocata de tortilla a la francesa que habia hecho, que nos supo a gloria, en la orilla de una playa con el agua como un plato de aceite. De ahí a Isla Plana fue un paseo.

Luego, cena con Baco y cita con Morfeo, pero eso es otra Historia.