Si es que así una no puede tener un blog. En los últimos días, he estado lidiando con un mogollón de tareas que he ido poco a poco quitando de una lista casi interminable. En las últimas horas, procurando volverme a encajar la sonrisa de oreja a oreja que se me pone cuando viajo a Bruselas. He regresado esta mañana, y me toca ahora preparar la clase de mañana. Vuelvo luego.