Que la trama de la mafia Marbellí llegue hasta Cartagena y La Manga no creo que extrañe a nadie a estas alturas. Hace poco ya lo comentabamos en otro apunte acerca del disparate urbanistico de La Manga del Mar Menor, en la que hasta el mismisimo Juancar (no precisamente famoso por su radicalismo) se echaba las manos a la cabeza por el desarrollo (sic) urbanístico de la zona.  Tampoco me ha extrañado que el cabeza de todo el tinglado este, sea de Cartagena. Ni siquiera esperaba otra cosa de nuestro presidente Valcarcel, que el que se preocupase del buen nombre de la región.

En realidad, no me extraña nada de este asunto. Solo lamento no haber estado anteayer en la plaza del ayuntamiento de Marbella para ver la escena de los maderos reventando puertas y entrando al asalto, con sus gases lacrimogenos, sus escudos y sus casos, y sus perros rabiosos con 7 pies, y esos GEO expresamente traidos de Badajoz y Vigo para reducir a los concejales… antológica, tuvo que que ser antológica la escena.