En la última manifestación en contra de la guerra de Irak hace unas semanas, mi amiga Carmen y yo escuchamos un coro de unas 25 personas que amenizaba la marcha con canciones antimilitaristas y pacifistas del repertorio tradicional inglés. Allí supe que el coro se llama Raised Voices (algo así como Voces Alzadas) y que está buscando nuevos miembros.

Los que me conocéis ya sabéis cómo me gusta cantar, así que no os extrañará saber que el jueves pasado fui a un ensayo. Estaré a prueba durante cuatro sesiones, y espero que me hagan una invitación a unirme tras este periodo, porque me lo pasé de maravilla. Soy contralto. Estuve aprendiendo una canción en Tsonga, idioma que se habla en Mozambique, que se cantaba durante la lucha mozambiqueña por la independencia de Portugal. Chulísima. Me traje a casa cuatro CDs del coro para comenzar a aprenderme las canciones.

El coro colabora con diferentes grupos y asociaciones ecologistas, pacifistas, de solidaridad internacional y derechos humanos. La próxima actividad será este sábado en la puerta del Harmondsworth Detention Centre, un centro de detención (o, si no os gustan los eufemismos, una cárcel) para solicitantes de asilo político que llegan al Reino Unido. Es, además, un sitio tristemente conocido por el maltrato que reciben los reclusos. Me aclararé la voz para cantar bien fuerte.